Las cámaras hiperbáricas suministran oxigeno presurizado, para pacientes con diferentes padecimientos. Si bien se cree que la gran mayoría de las cámaras en hospitales e instalaciones clínicas para el cuidado de la salud son operadas de manera segura y efectiva, es preocupante la evolución y uso de estas cámaras en ámbitos no clínicos y en domicilios particulares.

Las cámaras hiperbáricas han sido instaladas en oficinas de medicina alternativa, spas, centros deportivos, centros comerciales, en los que los operadores promueven el uso de oxigeno presurizado como tratamiento para una diversidad de condiciones, tales como: pérdida de peso, rejuvenecimiento, o condiciones más serias.

En el espacio confinado de una cámara hiperbárica los incendios pueden ser catastróficos, ya que un aumento en la concentración de presión y de oxigeno puede dar como resultado un aumento en los índices de incendio y quema de material.

La NFPA 99 establece el código de Seguridad Humana, así como de instalaciones para el cuidado de la salud.

Los códigos establecen que si el oxígeno dentro de una cámara excede el 23.5% tanto el paciente como la cámara deben de contar con descarga a tierra dado que una carga estática podría incrementar el riesgo de incendio.

Otros riesgos incluyen el uso de vestimenta no autorizada, la indumentaria dentro de las cámaras debe  de ser de algodón con el fin de  minimizar los riesgos de electricidad estática.

Artículos que quedan olvidados en los bolsillos tales como teléfonos celulares, pueden presentar riesgos en la de electricidad estática.

El 1 de mayo de 2009 en una clínica de Florida  la familia Francesco Martisini, habían traído a su hijo de cuatro años que había nacido con parálisis cerebral esperando que su hijo pudiera mejorar respirando oxigeno  presurizado de una cámara hiperbárica. La abuela de 62 años ingresaba a la cámara con el niño para hacerle compañía.

La  cámara  prendió fuego alimentada por el oxígeno interior, imposibilitados de escapar, soportaron las llamas durante 5 minutos con quemaduras en 90% de sus cuerpos ninguno de los dos sobrevivió.

Este incidente y otros graves ocurridos con cámaras hiperbáricas han alarmado a muchos en la comunidad de seguridad humana.

NFPA JOURNAL LATINOAMERICANO.2017 Stephanie Schorow.