Se presentan una serie de sistemas especiales contra incendio para las industrias, ya que no todos los incendios se suprimen con agua, creados para una mejor y mayor cobertura en pro de la vida y las propiedades.
El agua es el agente extintor más usado en los sistemas contra incendio, sin embargo, no es el mejor agente extintor para todos los tipos de combustibles. Hay aplicaciones donde el agua en su composición natural —sin pulverizar o químicamente pura— es poco eficaz para controlar y extinguir el incendio, incluso podría ser mortal. Algunas limitantes: el agua es inmiscible con combustibles de hidrocarburos, esta propiedad evita el recubrimiento efectivo y la dilución por debajo de su punto de inflamación.
En incendios de líquidos más livianos que el agua, ésta puede sumergirse debajo del líquido ocasionando derrames o la expulsión violenta del líquido incendiado.
Contiene impurezas que la hace conductiva, poniendo en riesgo a los ocupantes por posibles electrocuciones en incendios de instalaciones eléctricas con carga.
Puede provocar explosiones por la reacción con ciertos productos químicos y metales combustibles.
Cuando el riesgo y el tipo de ocupación representan un reto para los sistemas convencionales de protección contra incendio a base de agua, se requiere emplear otros agentes de extinción, dependiendo del agente existen los siguientes sistemas: dióxido de carbono, polvo químico seco, químico húmedo, espumas, agentes limpios, agua pulverizada y agua nebulizada.
Jose Manuel Almejo.